EL PALACIO DE LA ALJAFERIA

La Aljafería es un palacio fortificado construido en Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI por iniciativa de Al-muqtadir como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta.

 

Este palacio de recreo (llamado entonces «Qasr Al-surur» o palacio de la alegría) refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en el periodo de su máximo apogeo político y cultural.

 

Su importancia radica en que es el único testimonio conservado de un gran edificio de arquitectura islámica hispana de la época de las taifas. De modo que se conserva un magnífico ejemplo del califato de córdoba, con su mezquita del siglo X, y otro del canto de cisne de la cultura islámica en Al-ándalus del siglo XIV, la Alhambra de granada

 

Se debe incluir en la tríada de la arquitectura hispano-musulmana la Aljafería de Zaragoza del siglo XI como muestra de las realizaciones del arte taifa, de la época intermedia de reinos independientes anterior a la llegada de los almorávides. Los restos mudéjares del palacio de la aljafería fueron declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco en 2001 como parte del conjunto «arquitectura mudéjar de Aragón»

 

Tras la reconquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I el batallador pasó a ser residencia de los reyes cristianos de Aragón, con lo que la Aljafería se convirtió en el principal foco difusor del mudéjar aragonés.

 

Fue utilizada como residencia regia por Pedro IV el ceremonioso y después, en la planta principal, se llevó a cabo la reforma que convirtió estas estancias en palacio de los reyes católicos en 1492.

 

 

En 1593 experimentó otra reforma que la convertiría en fortaleza militar, primero según diseños renacentistas (que hoy se pueden observar en su entorno, foso y jardines) y más tarde como acuartelamiento de regimientos militares.

 

Sufrió reformas continuas y grandes desperfectos, sobre todo con los sitios de Zaragoza de la guerra de la independencia hasta que fue restaurada en la segunda mitad del siglo xx y actualmente acoge las Cortes de Aragón

 

 

EL FOSO DEFENSIVO

 

En su origen la construcción se hizo extramuros de la muralla romana, en el llano de la saría o lugar donde los musulmanes desarrollaban los alardes militares conocido como la almozara. Con la expansión urbana a través de los años, el edificio ha quedado dentro de la ciudad. Se ha podido respetar a su alrededor un pequeño entorno ajardinado.

 

Al palacio la aljafería, se accede por su ala oriental, a través de una puerta con arco de herradura que da entrada al llamado patio de la iglesia de San Martín, por levantarse allí, a mano dcha, la iglesia de San Martín, obra de estilo mudéjar, del siglo XIV.

 

La iglesia de san martín, es una obra de estilo mudéjar, del siglo xiv

 

 

Destaca su puerta de entrada a la iglesia de san martín y la Entrada al patio de santa isabel

 

Desde la iglesia se accede ya a la parte central de la época primitiva del palacio, un patio llamado de Santa Isabel.

 

El patio de Santa Isabel, es de planta rectangular, con pórticos en los lados más cortos restaurados con copias de la decoración original, que se custodia en el museo arqueológico nacional

El patio de santa isabel tiene un Aljibe del lado sur

 

Se trata del espacio abierto y ajardinado que unificaba todo el palacio. A él vertían los pórticos norte y sur, y las, habitaciones y dependencias situadas al este y oeste de este patio central

 

 

Su nombre procede del nacimiento en la aljafería de la infanta Isabel de Aragón, que fue en 1282 reina de Portugal.

 

Se ha conservado la alberca original del sur, mientras que la del frente septentrional, del siglo xiv, se ha cubierto con un suelo de madera

 

 

Arquería sur del patio de Santa Isabel. La arcada que se contempla mirando hacia el pórtico sur está restaurada mediante el vaciado de los arcos originales que están depositados en el museo arqueológico nacional de Madrid y en el museo de Zaragoza. Suponen el mayor atrevimiento y distancia por su innovación con respecto a los modelos califales de las arquerías del lado norte

 

 

LA TORRE DEL TROVADOR

 

La edificación más antigua de la aljafería es la llamada "torre del trovador", que recibió este nombre a partir del drama romántico de Antonio García Gutiérrez, el trovador, de 1836.

 

Este drama fue convertido en libreto para la ópera de giuseppe verdi, il trovatore, de 1853.

 

Se trata de una torre defensiva, de planta cuadrangular y cinco pisos que data de finales del siglo IX, en el periodo gobernado por el primer tuyibí, Muhammad Alanqar, que fue nombrado por Muhammad i, emir independiente de córdoba.

La torre mantiene vestigios del arranque de los gruesos muros de aparejo de sillería de alabastro en su parte inferior, y continuaba con otros de encofrado de hormigón simple de yeso y cal, algo más delgados al ganar en altura.

El exterior no refleja la división en cinco pisos interna y aparece como un enorme prisma macizo apenas roto por vanos en aspillera.

El ingreso al interior se efectuaba a través de una pequeña puerta en altura a la que solo se podría acceder mediante una escala portátil. Su función inicial, era, por todos estos indicios, eminentemente militar

La primera planta conserva la estructura constructiva del s. IX, que alberga dos naves y seis tramos separados mediante dos pilares cruciformes de los que parten arcos de herradura rebajados.

A pesar de su sencillez, conforman una estancia equilibrada, que ritma el techo al modo de las mezquitas califales y que pudo ser utilizada como baños, debio al Pozo de abastecimiento de la torre del trovador

Su función en los siglos IX y X era la de torre vigía y bastión defensivo.

Estaba rodeada por un foso. Fue integrada después por los Banu Hud en la construcción del castillo-palacio de la Aljafería, constituyéndose en una de las torres del entramado defensivo del lienzo norte exterior.

A partir de la conquista cristiana, siguió usándose como torre del homenaje y en 1486 se convirtió en prisión de la inquisición

Entrada a las mazmorras de la torre del trovador

Como torre-prisión se usó también en los siglos XVII y XIX, como demuestran los numerosos graffiti inscritos allí por los reos

Bóveda y arcos de herradura de la planta baja de la torre

Acceso al palacio de la aljafería y El pórtico norte

Salas del pórtico norte...

La construcción del palacio fue ordenada por Abú Ya'far Ahmad Ibn Sulaymán Al-muqtadir Billah, conocido por su título honorífico de al-muqtadir, (el poderoso), segundo monarca de la dinastía de los banu hud, como símbolo del poder alcanzado por la taifa de Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI.

El rey en persona llamó a su palacio "qasr al-surur" (palacio de la alegría) y a la sala del trono que él presidía en recepciones y embajadas, "maylis al-dahab" (salón dorado) como se atestigua en los siguientes versos del propio monarca:

oh palacio de la alegría!, ¡oh salón dorado! Gracias a vosotros llegué al colmo de mis deseos. Y aunque en mi reino no tuviera otra cosa, para mí sois todo lo que pudiera anhelar “

Acceso al salón dorado

Estancias del testero norte, con el triple acceso al salón dorado

Arco de la puerta de la alcoba oriental del salón dorado

El salón dorado

En el testero norte se edifica el conjunto más importante de dependencias del palacio de época hudí, pues incluye el salón del trono o salón dorado y la pequeña mezquita privada, situada en el costado oriental del pórtico de acceso que sirve de antesala al oratorio.

En su interior aloja un mihrab en el ángulo suroriental, cuyo nicho, por tanto, se orienta en dirección a la meca, como ocurre en todas las mezquitas excepto en la de córdoba

El salón dorado tenía en sus extremos este y oeste dos aposentos que fueron alcobas privadas posiblemente de uso regio.

Hoy se ha perdido la alcoba del flanco occidental, que se usó como dormitorio real y utilizaron también los reyes aragoneses hasta el siglo XIV

Entrada a la mezquita

En el extremo oriental del pórtico de entrada al salón dorado, se encuentra una pequeña mezquita u oratorio privado para uso del monarca y sus cortesanos.

A ella se accede a través de una portada que acaba en un arco de herradura inspirado en la mezquita de córdoba

En el interior del oratorio hay un espacio reducido de planta cuadrada pero con esquinas achaflanadas, que lo convierte en una falsa planta octogonal. En el sector sureste, orientado hacia la meca, se sitúa el nicho del mihrab.

Interior de la mezquita

El mihrab de la mezquita

Techo de la mezquita

Tras la toma de Zaragoza por Alfonso I el batallador en 1118, la aljafería fue habilitada como palacio de los reyes de aragón y como iglesia cristiana, no siendo modificado sustancialmente hasta el siglo XIV con la actuación de pedro IV el ceremonioso.

Este rey amplió las dependencias palaciegas en 1336 y mandó construir la iglesia de san martín en el patio de ingreso al alcázar. En esta época la Aljafería era lugar de partida del recorrido que llevaba a la seo, donde los monarcas aragoneses eran solemnemente coronados y juraban los fueros

Alfiz y enjuta mudéjares del s. XIV Palacio de pedro IV. No se trata de un palacio independiente, sino de la ampliación del palacio musulmán que todavía estaba en uso.

Pedro IV trataba de dotar de salas más amplias, comedores y dormitorios a la aljafería, pues las alcobas taifales se habían quedado pequeñas para el uso del ceremonioso.

Estas nuevas salas se agrupan sobre el sector norte del palacio andalusí, a distintos niveles de altura

Esta nueva fábrica mudéjar fue extraordinariamente respetuosa con la construcción preexistente, tanto en planta como en alzado, la integran tres amplios salones de planta rectangular cubiertos por extraordinarios aljarfes o techos mudéjares de madera

También de esta época es la arquería occidental de arcos apuntados del patio de Santa Isabel

El palacio de los reyes católicos

En los últimos años del siglo xv los reyes católicos ordenan construir un palacio para uso real sobre el ala norte del recinto andalusí, configurando una segunda planta superpuesta a la del palacio existente.

La edificación rompía las partes altas de las estancias taifales, donde se insertaron las vigas que sustentarían el nuevo palacio.

Las obras están fechadas entre 1488 y 1495 y en ellas siguieron participando maestros mudéjares, como Faraig y Mahoma de Gali, que, al igual que sucedió con Pedro IV (yucef y mohamat bellito) mantuvieron la tradición de alarifes mudéjares en la Aljafería

Al palacio se accede subiendo la escalera noble, una monumental construcción integrada por dos amplios tramos con pretiles de yeserías geométricas caladas iluminada por ventanales de medio punto angrelados de menuda decoración de hojas y tallos de raigambre gótica e influencias mudéjares, rematados en croché sobre la clave de los arcos

Escalinata del palacio de los reyes católicos, en la que destacan el artesonado del techo y las ventanas en arco de medio punto con vidrieras enrejadas y detalles ornamentales

Corredor de acceso a las salas nobles del palacio de los reyes católicos. A la derecha, portada de la entrada principal. La escalera da acceso a un corredor en la planta primera que comunica con las dependencias palaciegas propiamente dichas

Destaca la portada principal de acceso al salón del trono en cuyo centro aparece representado el escudo de la monarquía de los reyes católicos, en el que figuran los blasones de los reinos de Castilla, León, Aragón, Sicilia y Granada, sostenido por dos leones

El salón del trono

Más complejo y difícil de describir es la magnificencia y suntuosidad del techo que cubre el salón del trono.

Sus dimensiones son muy considerables (20 metros de longitud por 8 de anchura) y su artesonado está sustentado por gruesas vigas y traviesas que se decoran con lacerías que en las intersecciones forman estrellas de ocho puntas, al tiempo que generan treinta grandes y profundos casetones cuadrados

Techo del salón del trono

El impresionante salón del trono, de planta rectangular y dimensiones considerables, en el que destaca el soberbio artesonado de su techumbre en madera dorada y policromada

En el friso que rodea todo el perímetro del salón, aparece una leyenda de caligrafía gótica que reza: Fernando, rey de las Españas, Sicilia, Córcega y Baleares, el mejor de los príncipes, prudente, valeroso, piadoso, constante, justo, feliz, e Isabel, reina, superior a toda mujer por su piedad y grandeza de espíritu, insignes esposos victoriosísimos con la ayuda de cristo, tras liberar Andalucía de moros, expulsado el antiguo y fiero enemigo, ordenaron construir esta obra el año de la salvación de 1492

A comienzos de 1486 la zona del patio de san martín se destina a sede del tribunal del santo oficio de la inquisición y se habilitan dependencias aledañas al patio para alojar a los oficiales de este organismo.

Es probable que sea este el origen del uso como prisión de la torre del trovador.

La nueva función (que se prolongaría hasta los años iniciales del siglo XVIII) desencadenó un suceso que culminaría con un proyecto de reforma emprendido bajo el mandato de felipe ii por el que se convertiría de aquí en adelante en una base militar.

En 1591, en los acontecimientos conocidos como alteraciones de Zaragoza, el perseguido secretario del rey Felipe II, Antonio Pérez se acogió al privilegio de manifestación contemplado por el fuero de Aragón con el fin de eludir a las tropas imperiales

Antonio Pérez tenía jurisdicción sobre todos los fueros de los reinos, y, por esa causa, fue recluido en calabozos de la sede inquisitorial de la Aljafería, lo que provocó un levantamiento del pueblo ante lo que consideraron una violación del derecho foral, y acudieron al asalto de la Aljafería para rescatarlo.

Tras la contundente actuación del ejército real, la revuelta fue sofocada, y Felipe II decidió consolidar la Aljafería como una ciudadela fortificada bajo su autoridad en prevención de revueltas similares.

La Aljafería se mantuvo sin cambios sustanciales hasta 1705, en que debido a la guerra de sucesión española fue alojamiento de dos compañías de tropas francesas que llevó a un recrecimiento de los parapetos de la muralla baja del foso efectuado por el ingeniero militar dezveheforz

Pero la transformación decisiva como acuartelamiento se produjo en 1772 por iniciativa de Carlos III, en la que se remodelaron todas las fachadas al modo en que se presenta actualmente la occidental, y que convirtió los espacios interiores en dependencias para los soldados y oficiales que se alojaban en el edificio.

Solo quedó pendiente la adición en 1862 de cuatro torreones neogóticos, de los que han llegado a nuestros días los situados en la esquina noroccidental y suroccidental.

A partir de 1985, de Luis Franco Lahoz y ,Mariano Pemán Gavín, que asumieron la integración del parlamento de las cortes de aragón en su recinto, la Aljafería fue inaugurada como monumento histórico artístico en su actual esplendor en 1998 por el príncipe Felipe de Borbón.